Tecnología verde y ODS: claves para más ciudades resilientes, sostenibles e inteligentes

Carlos E Rousseau
7 min readAug 1, 2023

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La industria inmobiliaria tiene grandes responsabilidades en la carrera de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Las ciudades -gobiernos, universidades, científicos, empresas y sociedad civil- necesitan impulsar un desarrollo más sostenible que solo es posible con políticas públicas, organización, participación y tecnología verde.

El espacio urbano es el punto de encuentro de la innovación, la creatividad, el desarrollo y la producción económica. Así ha sido desde el comienzo de las primeras ciudades.

Pero esta versión de la ciudad que heredamos de la etapa industrial y que todavía está vigente en muchos puntos del planeta, ya es tiempo de que ceda el paso a una ciudad sostenible, resiliente e inteligente que todos necesitamos.

Entonces, tenemos por delante algunas certezas que ya son inocultables:

1. Vamos a fallar en el logro de la mayor parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en la Agenda 2030.

2. Las ciudades van a seguir creciendo. La ONU señala que en la actualidad el 54% de la población mundial vive en áreas urbanas y se estima que para 2050 se incrementará a un 66%.

3. La investigación, la ciencia y la tecnología son la vía para lograr el equilibrio entre el crecimiento urbano y desarrollo sostenible, en las manos de las personas.

Muchas ciudades en el mundo ya han avanzado en la implementación Greentech, Climatetech y otras tecnologías están mejorando el impacto de la vida urbana sobre el entorno natural. Incluso hay las que tienen una repercusión regenerativa, lo que es muy positivo.

Sin embargo, no todo se trata de tecnología. El avance también incluye innovación y creatividad para la solución de los problemas más apremiantes de las ciudades; así como organización social y política.

Ciudades que destacan en el uso de tecnologías verdes

La ciudad inteligente es que aquella que tienen enorme red de conexiones, conectividad y sistemas que permiten enfocar y optimizar el consumo de recursos urbanos. Al mismo tiempo, se pueden implementar procesos de prevención, reciclaje, reutilización y regeneración de los efectos externos negativos de la vida urbana.

Por lo tanto, la smart city es, por definición y funcionamiento, una ciudad sostenible. Tiene que serlo. En el mundo hay ejemplos notables de ciudades que están impulsando y, sobre todo logrando, excelentes resultados en su propósito de ser más sostenible y resiliente.

Hay numerosas ciudades de América, Europa y Asia que tienen valiosos alcances en materia de implementación de sistemas inteligentes y políticas de sostenibilidad urbana, que nos pueden inspirar. Por su puesto, están las urbes que todos reconocemos con grandes protagonistas de estos listados, como son Londres, Nueva York, París, Tokio, Reikiavik, Copenhague, Berlín, Ámsterdam, Singapur o Dubái.

Sin embargo, esta vez quiero enfocarme en una selección de ESI ThoughtLab, que me resultan especialmente significativas, por las lecciones que pueden mostrarnos.

Conociendo 8 experiencias de ciudades inteligentes

Accra (Ghana)

África es la región que, sin duda, enfrenta los mayores desafíos en todo el planeta, pero Accra ha hecho importantes avances en el manejo de residuos, así como en el saneamiento y gestión del agua limpia.

En 2019, Ghana se convirtió en la primera nación africana en unirse a Global Plastic Action Partnership (GPAP), una plataforma público-privada dedicada a fomentar acciones para combatir la crisis de contaminación por plásticos.

El GPAP está apoyando la movilización de US$77 millones para el establecimiento de un Marco de Economía Circular en Ghana.

Barcelona (España)

Aunque en apariencia la pandemia postergó la Agenda 2023, lo cierto es que impulsó la necesidad de un buen sistema de salud, buena educación, menos desigualdad, una economía más resiliente, lo que también forma parte de los ODS.

La capital de Cataluña entendió la necesidad de diversificar la economía y reducir su dependencia al turismo que colapsó con la cuarentena.

Entonces, en la postpandemia, la ciudad, ha logrado diversificar su economía hacia la educación. Con cinco universidades públicas y dos escuelas de negocios de primer nivel, la ciudad tiene lo necesario para desarrollar una economía basada en el conocimiento.

Bogotá (Colombia)

Bogotá ha aprendido que los datos son una herramienta poderosa por identificar y abordar uno de sus problemas más apremiantes: el transporte.

La ciudad creó un modelo de datos abiertos llamado GAQO (acrónimo de Gobernanza, Administración, Calidad y Optimización de datos). La herramienta fue diseñada para facilitar el uso de datos para resolver los problemas que particularmente dependen del sector público.

Para ayudar a recopilar los datos, Bogotá ha recurrido al Internet de las Cosas (IoT). En 2019, se asoció con World Sensing (una empresa española de IoT especializada en ciudades inteligentes) para desarrollar un sistema que integra datos de semáforos, paradas de autobús, cámaras de tráfico, carriles de bici y otros elementos, que permiten lograr una comprensión integral de la ciudad.

Orlando (EEUU)

Orlando, Florida, ha sido durante mucho tiempo un líder en prácticas sostenibles. También es la única ciudad norteamericana, según el benchmark de ESI ThoughtLab, en la que todos los niveles de gobierno, desde el estatal hasta el federal, así como otros actores, se han asociado y comprometido en torno a la Agenda 2023.

El entorno colaborativo que han construido no solo comprende a los actores gubernamentales, sino también es intersectorial. Las alianzas con universidades han permitido a la ciudad aprovechar la experiencia de académicos, investigadores y estudiantes.

La ciudad se ha enfocado en energía limpia asequible y servicios de salud y bienestar. Está invirtiendo en disminuir la brecha digital mediante la creación de puntos de acceso para banda ancha de alta velocidad y un programa de pago de tabletas en centros vecinales y comunitarios alrededor la ciudad.

Filadelfia (EEUU)

Filadelfia ha profundizado el compromiso de brindar conectividad y herramientas digitales a los ciudadanos, desde 2020. La ciudad ha desplegado varios proyectos piloto para hacer frente a la brecha digital y, al mismo tiempo, promover la sostenibilidad.

Filadelfia se asoció con una empresa que proporciona un sistema de recolección sin contacto, en la que comenzaron a recolectar computadoras no deseadas entre los residentes y empresas de la ciudad para compartirlos con restauradores locales.

Otro proyecto que está desarrollando la ciudad es una herramienta en torno a la minería urbana de datos. Con los datos recopilados, la ciudad puede identificar dónde se depositan los desechos.

Hay una demanda de material reutilizado, lo que facilita el flujo circular de residuos del sector construcción y de las demoliciones. Esto ayudará a crear puestos de trabajo y a reducir los residuos que van a los vertederos. Sin duda, un factor clave para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Oporto (Portugal)

Oporto destaca entre las ciudades de Europa en su dedicación al uso de tecnología de punta y por ser ambiental y socialmente responsable.

La ciudad usa de tecnología verde para mejorar su sistema de agua urbana. Con un Gemelo Digital, Aguas do Porto, la empresa pública de agua de la ciudad, diseñó un enfoque holístico, integral y sostenible en el suministro de agua, drenaje y tratamiento de aguas residuales y aguas pluviales.

Tras su despliegue, esta tecnología generó resultados inmediatos en una variedad de métricas, incluyendo la disminución de las interrupciones del servicio de agua y el colapso del alcantarillado. Asimismo, mejoró el mantenimiento, lo que aumentó las ganancias operativas.

Torrance (EEUU)

Esta ciudad de 150 mil habitantes del Sur de California nos ilustra la necesidad de que las ciudades sean ágiles y capaces de abordar rápidamente las crisis.

El 1 de marzo de 2020, Torrance experimentó un incidente cibernético que tuvo un impacto adverso en todas las operaciones de la ciudad. Solo dos semanas después, tuvieron que declarar el estado de emergencia local por la pandemia del coronavirus.

Frente a dos grandes crisis, los líderes de la ciudad se apresuraron a establecer un centro virtual de operaciones de emergencia. Utilizaron Slack, la plataforma de mensajería basada en la nube alojada por Amazon, y Google Drive para todos sus formularios y documentos, en lugar de correo electrónico, ya que era más seguro y eficiente.

En una semana, la ciudad había hecho la transición total hacia operaciones virtuales. Fueron capaces de conectar los hospitales del área, el distrito escolar local, la Cruz Roja, el Ejército de Salvación y grupos empresariales para compartir información en tiempo real.

Suzhou (China)

A diferencia de las anteriores, Suzhou es una ciudad grande con 11 millones de habitantes. Lleva una vía acelerada para convertirse en una Ciudad 4.0, con el uso de tecnología y enfocada en los compromisos impuestos por los ODS.

Suzhou monitorea regularmente sus esfuerzos de ODS, una práctica que solo el 22% de las ciudades chinas hace. Está por delante de otras urbes en la implementación de proyectos sostenibles e inteligentes.

Está invirtiendo US$ 80 millones para construir una fuente de energía segura y eficiente, de baja contaminación, en el centro en la ciudad. Tiene un plan de transporte inteligente, estacionamiento inteligente, información de taxis, gestión de servicios y recopilación de información de tráfico para aliviar la congestión y reducir los accidentes.

También tiene un plan para acelerar la construcción de redes digitales, centros de innovación en ciencia y tecnología, centros de fabricación inteligente y cultura digital, centros turísticos de influencia mundial, así como la creación de un ecosistema de innovación digital de clase mundial.

Consideraciones finales

Los problemas de las ciudades se pueden resolver. Sí, con tecnologías verdes, pero sobre todo con voluntad de hacer los cambios que son necesarios. La ciudad puede ser pequeña o enorme, con grandes recursos o con presupuestos más limitados, incluso puedes estar en un gran país desarrollado o no, pero finalmente lo más importante es el cambio de mentalidad a cómo se abordan los problemas.

La carrera por alcanzar los ODS de hoy al 2030, está bien comprometida, pero hay posibilidades de llegar más lejos si se articulan todos los actores de la ciudad: gobiernos, centros de innovación, empresas y sociedad.

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¡Mucho Éxito!

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Written by Carlos E Rousseau

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