Distritos de innovación: desbloqueando nuevas oportunidades
Cuando en 2020, Google abandonó su proyecto de desarrollo de una Smart City en Toronto, no faltaron los que pensaron que el desarrollo de ciudades inteligentes se vería seriamente afectado por la salida de una gran tecnológica del tema.
Hoy sabemos, que no es así, que la respuesta está en los llamados distritos de innovación, en donde confluyen líderes, empresarios, creadores e investigadores.
En 1900, una de cada diez personas en el planeta vivía en una ciudad. Hoy, 50% de la población vive en ciudades y el ritmo no para. Para 2050, se estima que serán más de 3 billones de personas en las ciudades. Aunque muchas ciudades han avanzado en el desarrollo de distritos de innovación, todavía es mucho lo que falta por planificar y desarrollar, para contar con estas centralidades urbanas donde se impulse la creatividad y la productividad.
Las ciudades concentran 2/3 partes del patrimonio global y los mayores centros de producción, innovación, educación, cultura e investigación científica. Al mismo tiempo, consumen más de 65% de la energía mundial y representan el 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Es decir, los modelos urbanos necesitan cambiar, ser más sostenibles y resilientes. Es una urgencia para el futuro de las nuevas generaciones.
Y con los cambios, surgen nuevas posibilidades. Transformar nuestras ciudades desbloquea oportunidades para crear ecosistemas de recursos, herramientas, relaciones y soluciones más inteligentes, más sostenibles y más humanas. Hoy más que nunca, los objetivos de desarrollo de las ciudades deben vincular e incluir por igual a gobiernos, expertos, empresas y academia. El espacio de encuentro precisamente se ubica en la creación de distritos y ciudades innovadoras.
Diseñando los distritos de innovación
En los últimos 50 años, la innovación ha tenido lugar en corredores suburbanos de campus corporativos, espacialmente aislados, accesibles solo en automóvil. Eran espacios en los que se había invertido poco en la calidad de vida o en la integración del trabajo, la vivienda y la recreación. Silicon Valley es el ejemplo más clásico. Este modelo está siendo sustituido por un nuevo concepto urbano, que da lugar a los nuevos distritos de innovación.
Este concepto fue desarrollado por Bruce Katz y Julie Wagner, investigadores del Brookings Institute, de los Estados Unidos, y precisa que los distritos de innovación son:
“Áreas geográficas donde se agrupan instituciones y empresas (clusters) de vanguardia y se conectan con nuevas empresas (startups), incubadoras de empresas y aceleradoras. También son físicamente compactos, accesibles para el transporte público y técnicamente cableados, y ofrecen viviendas con conceptos de usos mixtos, oficinas y tiendas minoristas”.
Estos espacios atraen a las empresas y a los talentos, que quieren ser parte de una nueva economía que evoluciona y crea nuevas oportunidades. En estos distritos crece y fluye el conocimiento y la creatividad, con una gran calidad de vida y grandes oportunidades para vivir, recrearse y trabajar. Estos distritos de innovación están compuestos por un ecosistema en el cual hay activos económicos, activos físicos y activos de red, según la clasificación de Katz y Wagner.
Cómo crecen estos espacios urbanos
Se estima que hay más de 100 distritos de innovación en todo el mundo, los cuales son liderados por todo tipo de organizaciones, tantos de carácter público como de capital privado.
Estos urbanismos se han desarrollado o están en ese proceso en ciudades como Atlanta, Baltimore, Barcelona, Berlín, Boston, Brooklyn, Cambridge, Cleveland, Chicago, Copenhague, Detroit, Houston, Filadelfia, Londres, Montreal, Seúl, Estocolmo, San Francisco, Seattle, Toronto, Vancouver, entre otras. En América Latina, vemos estas iniciativas en Buenos Aires, Bogotá, CDMX, Medellín, Monterrey y Santiago de Chile.
Son ecosistemas que favorecen el emprendimiento, lugares donde las personas colaboran en áreas intensivas de conocimiento, para dar solución a problemas complejos. Y aunque es evidente que los gobiernos locales son grandes impulsores de estos desarrollos, no depende exclusivamente de ellos.
Desde las empresas -grandes o pequeños-, universidades, gremios profesionales, cámaras empresariales y todo tipo de organizaciones -sociales, culturales, científicas- es mucho lo que podemos aportar para transformar nuestras ciudades hacia modelos más inclusivos y eficientes.
Aunque Katz y Wagner precisan que hay distintos modelos de implementación de estos distritos, diferenciados por quién es la organización que impulsa la regeneración urbana, más allá del modelo que se asuma, estamos frente a una solución que reordena el funcionamiento de las ciudades, solventa varios de sus problemas clásicos y promueve un nuevo crecimiento económico basado en la innovación, la colaboración, la sostenibilidad y la creatividad.
Cómo se diseñan los distritos de innovación
En esencia, se considera que las ciudades avanzan hacia lo Smart cuando cuentan con clusters en los que se evidencian:
- Soluciones de movilidad eficiente y sostenibles.
- Planeación de espacios que promueven la salud y el bienestar de sus residentes y visitantes.
- Sistemas de seguridad que aprovechan la tecnología para reducir los índices de criminalidad.
- Sistemas de abastecimiento de agua potable y manejo de las aguas residuales.
- Generación de energía eléctrica sostenible y renovable.
- Gestión eficiente de los residuos o desechos con una lógica circular.
En este punto quiero destacar tres distritos de innovación que me resultan especialmente interesantes. Uno es Kalkar, en Malta. Fue diseñada como un centro de negocios para la economía del conocimiento. Es un joint venture entre la Republica de Malta y SmartCity Dubai, donde el gobierno de Malta tiene una participación del 9% del capital. Es un conjunto de parques empresariales autosostenibles que atraen a 50 mil trabajadores todos los días.
El otro distrito está en Málaga, España. Este proyecto fue ideado con el objetivo de cumplir con las directrices marcadas por Europa en materia de energía, las cuales impulsan la eficiencia, el uso de energías renovables y redes eléctricas avanzadas con capacidad de almacenamiento. Cabe mencionar que España es de los países con mayor número de ciudades inteligentes en el mundo.
El tercero es Dubái, que desde 2016 lleva adelante un programa de desarrollo con el que esperan ser la ciudad más feliz del planeta. Es un proceso de colaboración entre los distintos actores de la ciudad, para garantizar las necesidades básicas, afectivas, de conocimiento y de propósito de sus habitantes. Dubái está digitalizando todas las transacciones gubernamentales, con lo que salvan un estimado de 1,000,000 de árboles. Con tecnología Blockchain, Dubái puede generar 1.5 billones de dólares en ahorros anuales solo en el procesamiento de documentos.
Compartiendo experiencias
Cierro estas líneas con la reflexión sobre la regeneración y renovación de espacios urbanos que podemos ejecutar en nuestras ciudades latinoamericanas. Muchas cuentan con espacios olvidados por la conclusión de sus usos industriales. Planificar y desarrollar distritos de innovación ofrece grandes oportunidades para generar una nueva centralidad moderna y verde para sus habitantes.
Podemos crear ciudades que dignifiquen a sus ciudadanos con urbanismo de primer mundo, en los que vivir, trabajar, innovar, crear y disfrutar sean parte de la misma experiencia. En la industria del Real Estate, tenemos la capacidad y la experiencia para lograrlo.
Estos son, sin duda, temas apasionantes sobre los que estaré platicando en la Certificación Profesional Gestión de Proyectos de Smart Cities. Este es un programa dictado y certificado por la Universidad de Salamanca (España), en colaboración con doinGlobal (Silicon Valley, EEUU), al cual he sido invitado como docente para el tema de planeación urbana de distritos de innovación.
Sería un gran placer que sigamos explorando y avancemos juntos hacia la transformación que necesitan nuestras urbes. El futuro de las nuevas generaciones así nos lo exige.
Originally published at http://www.carlosrousseau.me on July 24, 2022.